Comprendiendo el dolor después de la pérdida de una extremidad

Después de una cirugía de amputación atravesarás por varias complicaciones físicas y emocionales que posiblemente te llevarán al límite y es importante que puedas comprender el dolor después de la pérdida de una extremidad. Debes tener en cuenta que cada persona es diferente y los métodos y tratamientos varían de acuerdo a tu necesidad.

Es comprensible que quieras saber cuánto tiempo te llevará adaptarte a tu nueva vida, pero esto no se puede determinar con precisión, como te lo hemos comentado con anterioridad todo depende principalmente de ti.

Queremos contarte algunas cosas que pueden ser de utilidad en el proceso del manejo del dolor. ¡Comencemos!

Entiende las señales de tu cuerpo después de la pérdida de una extremidad

Es fundamental que estés consciente que inicialmente sentirás dolor. El dolor es una señal del sistema nervioso de que algo no está bien. Es una sensación desagradable, que la puedes sentir como un pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia.

Hay que recordar, que en ocasiones los dolores después de la amputación son más difíciles de controlar cuando hubo alguna condición que llevó a la amputación y si esta fue dolorosa y el manejo del dolor no fue adecuado. Es decir, casos como pie diabético o condiciones médicas que han generado vías de dolor anómalas, que han generado dolor neuropático y que después de la amputación hace que el manejo del dolor sea más complejo.

Esta sensación puede ser deprimente, frustrante y abrumadora. Puede hacer que te resulte difícil concentrarte en cualquier cosa, dormir y hasta puede afectar tu relación con tu familia y amigos. Pero es posible reducir el dolor y aprender a sobrellevarlo eficazmente.

Desde el momento que ingresas al hospital hasta que te vas a casa, tú juegas un papel importantísimo en el manejo del dolor, ya que eres el único que lo puede sentir. Por eso es imprescindible que tengas la capacidad de comunicarlo a tus médicos para que te receten el tratamiento más adecuado.

Antes de la cirugía

Cuando seas ingresado al hospital, te harán preguntas e incluirán algunas sobre el dolor. Por ejemplo: si ya presentas dolor, de ser así en dónde, cómo es, qué grado de dolor tienes y si has estado tomando analgésicos o alguna medicación para aliviarlo.

Es importante que no excluyas ningún detalle, incluso si estas tomando medicina a base de hierbas, medicamentos no narcóticos o de venta libre, tus médicos deben saberlo. Y sobre todo si los analgésicos funcionaron, cuál funcionó mejor que otro y si tuviste algún efecto secundario.

Otro tipo de información que puedes brindarles es si ya fuiste a un médico especializado en el manejo del dolor o si recibiste un tratamiento alternativo. Recuerda que mientras más información les des a tu equipo de atención médica podrá crear un plan de control del dolor adecuado para ti.

Después de la cirugía

Tu equipo médico debe tener un plan para ayudarte a controlar el dolor. Algunos de estos planes pueden iniciar durante la cirugía y pueden continuar durante varios días después de la cirugía como por ejemplo:

• Bloqueos de nervios o epidurales que consisten en inyectar analgésico o anestésicos.
• Medicamentos para controlar el dolor que se administran por vía intravenosa.
• Los analgésicos no narcóticos también pueden ser útiles, al igual que las bolsas de hielo y la elevación de las extremidades.

En algunos hospitales se están empezando a utilizar terapias complementarias como los masajes y la acupuntura. Recuerda que lo más importante es que tú le informes a los médicos o enfermeras como están funcionando los analgésicos para irlos regulando de acuerdo a tu necesidad.

El tiempo de cicatrización tras la pérdida de una extremidad

El tiempo de cicatrización después de tu cirugía y la duración de tu período de recuperación depende de algunos factores como:

• La causa y tipo de amputación
• Edad
• Estado de salud física y emocional
• Protocolo de rehabilitación al que serás sometido

Cuando hayas salido del hospital te indicarán un plan de medicinas para que continues con el tratamiento en casa, el dolor deberá ir desapareciendo y tú podrás continuar con la rehabilitación hasta que la fase protésica inicie.
Hay dolores que los sentirás inmediatamente al salir de cirugía ya que es un proceso normal y el dolor irá desapareciendo con el paso del tiempo.

Escala de dolor después de la pérdida de una extremidad

Una manera en que los médicos y enfermeras se aseguran de administrar la cantidad correcta de analgésicos es pidiéndote que califiques tu nivel de dolor.
La forma más común es una escala numérica de 0 a 10, donde 0 es ningún dolor y 10 el peor dolor posible. Tu sinceridad será la clave para que manejes tu dolor de la mejor manera posible.

Tras la pérdida de una extremidad puedes llegar a experimentar dos clases de dolor, lo que los hace diferentes es su duración.

El dolor agudo puede ser severo y dura relativamente poco tiempo. Es un síntoma de que el cuerpo está lesionado. En su mayoría desaparece cuando la lesión se cura.
El dolor crónico puede durar largos periodos de tiempo, incluso años y puede variar de leve a severo.

Los tipos de dolor

Tras una amputación puedes experimentar muchos tipos diferentes de dolor. Comprender qué tipo de dolor estas experimentando te ayudará a ti y a tú equipo médico a determinar un tratamiento apropiado para aliviar o controlar tu dolor.

• Dolor quirúrgico: Este tipo de dolor es normal y deberá desaparecer mientras van sanando los tejidos. Si el dolor persiste a pesar que el tejido se haya cicatrizado debe ser evaluado ya que puede ser por algunas razones como una infección, inflamación o inclusive que el hueso al final del muñón no se haya recortado correctamente en la cirugía.
• Dolor del muñón: Este dolor se produce en la parte restante de tu extremidad y puede ser causado por una variedad de condiciones que tenias antes de la cirugía o que se derivan de ella.
  Como te lo hemos comentado en este artículo podrías sentir dolor en tu muñón a causa de una hinchazón, daño a los nervios, irritación de la prótesis o la piel.
• Sensación del miembro fantasma: Algunas personas pueden experimentar sensaciones en el miembro amputado, aunque este ya no este ahí. Puedes llegar a sentir hormigueo, picazón, cambios de temperatura, presión, posición y movimiento anormales.
• Dolor del miembro fantasma: Aparece cuando las sensaciones del miembro fantasma se vuelven dolorosas o incómodas. Aunque esa parte de tu cuerpo no este el dolor que sientes es real y debes comunicarlo sin temor a tu médico para poder iniciar con el tratamiento.
• Dolor neuropático: Se produce debido a un daño en los nervios o vías de conducción o aparición de vías de conducción anómalas, y suele presentarse como un dolor punzante o ardiente que puede ser constante e intenso o intermitente. Dos tipos de dolores neuropáticos que pueden aparecer son las alodinias (dolor exagerado en el sitio – dolor) e hiperpatías (síndrome doloroso provocado por estímulos repetitivos).
• Los neuromas: Son el crecimiento de tejido nervioso que se forma debajo de la piel del muñón. La zona puede volverse muy sensible especialmente si se presiona contra la prótesis. El dolor puede sentirse como una descarga eléctrica, un pinchazo, un hormigueo o una espina clavada.
• Dolor por alineación corporal: Al llevar una prótesis las personas cambian su forma de caminar, su forma de sostener el cuerpo e incluso repiten movimientos lo que puede ocasionar dolor en otros miembros como la cadera, la columna vertebral, los hombros o el cuello. Para prevenir o aliviar este tipo de dolor debes trabajar los músculos y realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento.

¿Cómo se puede tratar el dolor?

El control del dolor es importante cada vez que te sometes a una cirugía y después de ella. Recuerda que empezarás a sentir dolor inmediatamente al salir de cirugía ya que es un proceso normal. Sin embargo hay otros que pueden aparecer en cualquier momento, que no parecen lógicos y que te llevará tiempo controlar el dolor, pero todo es posible.
Existen muchas opciones para el manejo del dolor de acuerdo al tipo de dolor que estas experimentando entre ellos están:

• Presión en el miembro residual a través del uso de vendas elásticas o calcetines especiales.
• Ajuste apropiado de la prótesis.
• Terapia física, ejercicios y tratamientos relacionados como masajes y compresas frías.
• Técnicas de relajación y tratamiento del estrés.
• Terapia cognitiva-conductual y de retroinformación biológica.
• Antinflamatorios sin esteroides.
• Medicamentos complementarios, incluidos los antidepresivos y tranquilizantes.
• Analgésicos orales opioides.
• Relajantes musculares.
• Acupuntura.
• Medicina ancestral

¿Qué puedes hacer para manejar el dolor?

Independientemente de la causa de tu dolor, las siguientes acciones pueden ayudarte a controlarlo:

• Comienza con los ejercicios tan pronto como tu cirujano te lo permita. Ponte de pie, camina y estirar los músculos. Estas actividades no solo mejoran tu salud general, sino que también interrumpirán las señales de dolor.
• Desensibiliza tu muñón, mientras más rápido se desinflame y adopte la forma ideal para la prótesis menos dolor sentirás.
• Trabaja con tu protesista para mantener la alineación protésica adecuada y elegir los componentes que sean apropiados para ti.
• Lleva un diario del dolor. Este es un método que te ayudará a hacer un seguimiento de los cambios en los niveles de dolor durante un tiempo determinado. Debes detallar que sientes, qué hace que el dolor mejore o empeore; qué medicamentos estas tomando y cómo están funcionando. Comparte esta información con tu equipo médico ya que esto les permitirá encontrar los tratamientos adecuados.
• Practica terapias o ejercicios de relajación. Sabemos que la tensión y el estrés aumentan el dolor. Una buena opción podría ser el Yoga.
• Terapia en espejo: Este método te ayudará a engañar a tu cerebro y controlar mejor el dolor. Consiste en colocar un espejo largo entre tus piernas con el espejo de frente al miembro no amputado, con el objetivo de que se proyecte ese miembro y cree la ilusión óptica de aun tener ambas extremidades. Se puede masajear la extremidad no amputada mientras se observa la imagen, especialmente en las zonas que se sienten dolorosas, con el fin de generar un alivio a la sensación de dolor.

No olvides que para que puedas recuperarte al 100% debes hablar abiertamente de tu dolor y tus emociones. Lograr un equilibrio entre mente y cuerpo hará que recuperes tu vida. No estás solo, no te desanimes y lucha por ti.

-Con la revisión del Doctor Felipe Criollo Palacios

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